4.- Paso a la producción industrial
Don Costantino después de terminar con honores su enseñanza secundaria, recibiendo la distinción de Príncipe de la Academia, se inscribió en la Universidad de Florencia para estudiar Química, como su padre. Al cabo de dos años de estudio, vio que su padre tenía mucho trabajo en Ronago, así que dejó sus estudios para cooperar en el negocio familiar.
En el año 1930, a la edad de 22 años, realiza un viaje a Ohio, Estados Unidos, a una firma de apicultores, Wilson & Company. Permanece allí seis meses y aprende nuevas técnicas, tanto para la producción de miel como para su comercialización.
Se especializó en apicultura nómade. Esta forma de apicultura consiste en que las colmenas se trasladan a diferentes lugares, al campo o la montaña, buscando las flores más apropiadas, se obtiene así un tipo de miel de mejor sabor y calidad. Él quiso aprender todo esto, pero no sólo quería aprender la teoría, sino que deseaba aprender también el oficio manual y lo hizo trabajando de obrero.
Don Costantino comentó en una entrevista: “Mi padre me entregó los conocimientos de una pequeña industria de envasado de miel de abejas. En Estados Unidos logré conseguir trabajo en la producción industrial, ese período ha sido el promotor de todo el entusiasmo que me acompañó desde el principio”.
En el año 1932, Giovanni Battista, acompañado de su hijo mayor, Costantino, agregó a la planta de miel una fábrica de caramelos, con el objeto de desarrollar y fabricar confites que derivaran directamente de este producto natural. Fue así como nacieron los caramelos “a la miel” y “leche miel”, que han dado su característica y fama al nombre y marca Ambrosoli, estos nuevos productos transformaron la empresa Ambrosoli, de apicultora en sus inicios, a fabricante de caramelos.
¿Por qué hacer caramelos? Costantino Ambrosoli dice: “queríamos ser buenos productores y elaboradores de miel. Así que nuestra primera idea era producir miel. Pero la miel constituía un campo limitado, entonces quisimos pasar a la producción de caramelos a la miel”.